lunes, 2 de febrero de 2009

La manta (de Nudos de Cereza)

Es extrañamente infantil, Elfa, pero sigo queriendo darte la mano por debajo de la manta...ya no sé si es cosa de las drogas o no, pero el efecto ya tendría que haberse pasado... voy haciendo mi vida, reconstruyendo los muros caidos..y tú te cuelas de repente en mi pensamiento y, sólo es eso, me imagino dándotela la mano por debajo de la manta y sigo con lo mío.


Por mi manera de procesar, seamos lógicos, solo me fijaría en alguien en vista a un morbo o a un posible polvo...en cuanto a ti me mueven otros ojos y eso me deja sin planes de actuación. Mis esquemas andan rotos y , que quieres que te diga, estoy un poco asustada....y entusiasmada a la vez...


Cuando estábamos tan cerca pensé que era el mejor momento de besarte...pero me entró la cobardía..¡a mí la cobardia! puedes creerlo? Seas quien seas, empiezas a mosquearme....


Busco debajo de las mantas por si vuelvo a ver alguna de sus manos..pero no aparecen y eso me hace temer que quizá el efecto de las drogas se haya pasado....


Las próximas 48 horas que pase a u lado, me gustaría vivirlas así, simplemente contandote los poros, reuniendo el valor suficiente para desgastarme el tacto para poder guardar milimétricamente cada sector de tus manos...


...porque sé que después no volveré a verte.


Todo eso ocurre por debajo de la manta y por encima de tu piel.


Por qué no me di cuenta que te tenía a un palmo de distancia.

Mermelada Expansión (de Mermelada Underground)

Mermelada Expansión

7/07/08

¿a ti también te pasa? No me gustan los nombres. Dime que a ti también te pasa porque lo intuyo, que esto es algo que nos une más que nuestras tardes aperradas en el río, hablando de todo y nada a la vez. Hay alguna sinapsis en mi cerebro a la que no le gusta esa identificación con la que nos etiquetaron al nacer.

Quizá sea porque no me gustan ni tu nombre ni mi nombre.

Y ahí está. Conozco a alguien, "hola, me llamo xxxx" "Vale, hola, xxxx" Conversación banal que a veces lleva y a veces no a los ojos de dentro de los ojos. Si esa persona empieza a calar hondo, entonces ya deja de ser xxxx. Y adquiere un nuevo nombre para mí. Que no es un nombre, es un sinsentido, sin más pretensiones.

Así, esa nueva identificación va unida aparentemente a un hecho aleatorio e insignificante, a la vista de todos, claro está, pero clandestinamente ha provocado el mayor de los acontecimientos en mi historia en común con esa persona. Porque hemos comenzado a ser sinérgicos. Con los ojos de dentro de los ojos, como digo.

Los ojos…

Por eso tú eres Mermelada. Me gustas y te extiendes sobre mí por las mañanas, con tus pequeñas partículas que se amontonan en determinados espacios y forman un conglomerado de sabores y sensaciones. Aún no he podido decidir tu apellido; si serás Mermelada de Fresa o de Frambuesa. Pero es que aún no me he encontrado en ti del todo.

Aún…

Ya habrás notado que hubo una vez…aquel día, en el río, como no. Cuando nos miramos fijamente y nadie dijo nada durante unos segundos. Comenzaste a expandirte sobre mí, con tu mirada, como sueles hacer, con tus grandes ojos grandes como el más grande de los sueños.

Y en ese momento, se me escapó una lágrima.

Y en esa lágrima, iba yo en tu búsqueda.

A sacarte del tarro.

Y nunca te he oído decir mi nombre. Y, ya sé que no lo quieres reconocer, pero ahora es el momento.

Que lo sé, que tú también lo sabes: los nombres no contemplan la expansión de la mermelada.

Los nombres se derraman.

Vir en vena (de 1ª de cua)

Vir en vena...


****Titolina a.k.a. Pauline Ultrasónica****

Como dices que nunca puedes escribirme algo para el blog porque no sueltas parrafadas, he encontrado la excusa perfecta para que lo hagas...me parece genial esta historia (si obviamos lo de extrañas derramando cosas que yo derramo, por aquello de tener exclusividad en algo...no me imaginaba que en Go Fish hubiese alguien con el mismo talento)

Bien, esta es Vir, una extraña fundamental con más cabeza que un saco de muñecos...se me hacen raro los días que no tengo mi dosis de ti.

Vir en vena. Vir en vena.

Lo que ya dije una vez, todo el mundo debería tener al menos una Virginia en su vida, y si es Woolf, entonces cría fama y échate a dormir...


"Me da mucho miedo que el momento en que nos tengamos que encontrar se estropee. Igual ya se ha estropeado. 
Me parece que ayer la vi en el metro. Se tendría que haber sentado a mi lado, se le tendría que haber derramado el refresco encima de mí, habríamos reído y lo habríamos limpiado, juguetonas, tocándonos más de la cuenta. Casualmente, habríamos bajado en la misma parada, nos habríamos puesto a hablar y entonces habría llegado ese momento en que ella habría dicho “Es todo un poco incómodo, porque, de hecho, ni siquiera nos conocemos”. Hablamos como amigas de toda la vida y entonces me di cuenta de que era maravillosa en todos los sentidos. Allí mismo en la calle nos besamos. De ese momento, al cabo de muchos años, todavía hablaríamos… pero no habíamos creído en el amor a primera vista hasta que nos conocimos verdaderamente. 
Pero en cambio en el vagón subió un hombre gordo que se interpuso entre nosotras. Ella corría para coger el metro y él andaba como un pato delante de ella. Ella lo quiso adelantar y entonces derramó el refresco que tendría que haber derramado en mi falda que la esperaba ansiosa, en la espalda indiferente del hombre,… las puertas se cerraron y se quedó en el andén. Yo me quedé con un asiento vacío a mi lado, pensando maquinalmente en alguna cosa como en la textura arrugada de las pasas y arrancando un chicle enganchado en el asiento. 
El fiasco seguramente nos dejó a las dos descentradas. 
Ahora nuestros caminos no se encontrarán hasta años más tarde, cuando ella ya no recuerde que ha sido lesbiana y venga a vivir a la casa de al lado. Yo estaré dolorosamente enamorada de ella, y ella se sentará en el porche con su novio y me dirá “hola” con la mano. Yo saldré a buscar las cartas y notaré como el corazón de me un vuelco cada vez que ella me saluda con la mano. Entonces tropezaré con el perro y caeré al suelo como un payaso. Ella mirará hacia otro lado, avergonzada, como si le supiera mal por mí, y yo volveré a entrar en casa pensando que soy muy estúpida. 
Nos tendríamos que haber conocido en el metro. En este mismo momento tendríamos que estar sentadas juntas y abortas en el sofá. 
Me quiero poner tus camisetas y despertarte cuando tenga pesadillas, sonreír cuando nos peleemos porque eres demasiado adorable, Inventarme un nombre que te digas yo y que me dé vergüenza pronunciar en público. 
¡Enamórate de mí! 
Nos tendríamos que haber conocido en el metro. 

**********************GO FISH************************"

Gente Pez (de...1ªde cua)

2 febrero 2007

Gente Pez
*Pauline con tomate.
*Dedicado a la máquina de hacer planos, la luna es un plano que se le escapó...
*Oyendo The Beatles, grupo atún por excelencia...


“Resulta que un día en la playa dedujimos que yo era un atún. Siempre tienes atún en alguna parte de la alacena, unas cuantas latas que están allí...cuando tienes muchas más cosas, no comes atún, pero cuando llega fin de mes...ves el atún allí, y te sirve para la pasta, te sirve para un sandwich...es muy socorrido, el atún siempre está ahí. Y esa soy yo, el atún que nunca te falla, pero que no es una exquisitez...yo me siento así, en el fondo de la alacena a veces, y lo peor, si vienen a buscarme, me alegro.
¿me alegro?”
Alejandra Casualidad.

Uno de los mejores recuerdos que tengo de mi infancia eran los días de piscina en el verano. Cada mañana, mi madre me preparaba un bocadillo de atún con tomate. Yo no quería otra cosa. Los otros niños renegaban de él, preferían el de Nocilla (hasta en verano, todo peguntoso...). El caso es que, conforme avanzaba el verano y mis amiguitos probaban el bocadillo de atún con tomate, a mi madre no le quedó más remedio que hacer bocadillos para todos. Como cuatro barras de pan en pequeños bocadillitos.

Sí, hay gente pez, y dentro de la gente pez, resulta que hay gente atún. Si nos extendemos un poco, también hay ropa atún, música atún y hasta calcetines atún... La vida suele ser cruel con el tipo de personas dejadas en la alacena para más tarde, para cuando haya necesidad real y absoluta. Sólo entonces, cobran un poco de protagonismo en la vida de alguien, por un inciso escaso, porque su papel es el de salvavidas, no hay nada mejor que saber que tienes una lata en la que hay una persona metida en escabeche que no caduca hasta el 2050.

Pero es egoísta comer atún sólo cuando no hay nada más. Las personas atún, despojadas de toda su dignidad, también se merecen un respeto. Así que, si crees tener una persona atún en tu alacena, tienes dos opciones, o sacarla de ahí y engullirte lo que es (suelen ser personas con taaanto dentro) o, simplemente, dejarla hacer vida.

Y tú, persona atún, empieza a rasgar la lata para que, al menos, cuando recurran a ti te hayas olvidado de tu función de salvavidas, o, mejor aún, te comento, resulta que hay personas que tienen al atún como una muy digna opción, y ahí van, todo el día comiendo atún de todas las formas posibles.

Y eso, por algo será.

Leí hace muchos años en “Lobo negro, un skin” que una persona es una persona. Y, algo que parece tan tonto, a veces hay que recordarlo porque a mucha gente se le olvida...

Mi madre hace el bocadillo de atún con tomate más bueno del mundo.
Porque mi madre es buena, el atún es bueno y ella le pone mucho amor.

El atún no empacha...y pobre de ti el día que confías en encontrar tu atún en la alacena...y sencillamente no está.

Y es que, queridos amiguitos, la casualidad une a personas-atún, que forman packs indivisibles que van por la vida impregnándose de todo lo que, a ojo de los demás, es inservible.

Libertad y dignidad a los atunes en conserva!!!
Te salvan la vida y nunca reciben ni un minúsculo agradecimiento.
Total, hasta el 2050 hay tiempo...

19 (de..1ª de Cuá)

02 marzo 2007

19

Pauline revoltosa.

- Nacemos con vocación de nuevo Bloomsbury, apunta eso.
- Nuestros divos son Iván Ferreiro, Stanley Kubrick y, por encima de todos, el Ordoñez.
- Será indispensable hacer tardes temáticas de la Hora Chanante. Ah! y acabar las palabras en –aco, meter textos avinagrados, etc…
- Los niños albinos y la cama rala de Maga. 
- Nuestras madres nos denigran, porque somos poetas malditos y enfants terribles!!!! Dios, esto queda genial.
- Elegimos morir de tuberculosis por lo menos.
- porque somos caóticos neutrales.
- inertes
- nacimos con fecha caducada
Espera, haz una anotación aquí, en lo de “es lícito el cambio en el estado natural de la consciencia”…y que no se te olvide la parte del sexo y el amor y derivados, novietes y novietas
- no podrán formar parte.
- no, no podrán…
- pero si primero forman parte y luego…
Bien! un vacío legal!
- El test del “yo ya no”!!!
- Pero si ya no existe el Spar!!
- Que sí, que sí, que en algún sitio habrá!!
- Hay que escribir mínimo, una vez al día, como dijo Virginia Woolf.
- ¿en libreta o en ordenador?
- Yo en libreta o servilleta.
- Yo en ordenador.
- Y vamos al Chururú…
- ¿y un blog?
- No podremos tirar de tanto blog!
(cuatro horas más tarde…)
- Bueno, ha costado bastante, pero por fin tenemos el manifiesto del 19.



Errr, lo siento pero, me dejé las diecinueve servilletas del manifiesto 19 en la mesa de la cafetería.
¿merezco la muerte?

Pero no se lo digo nunca (de...1ªde Cuá!)

16 enero 2007

Pero no se lo digo nunca.



*Paula de noche...*

Es una idea,
muy mal peinada,
es una suerte
poco rentable,
es una lágrima
que me guardo
para el Síndrome de Stendhal.

Es la pregunta que cualquier pregunta desearía ser.
Es la que coge las respuestas y las recicla…

…el “no puede ser” en el envase amarillo.
…el “esto es imposible” en el verde.
…el “cómo pueden hablar de lo que no saben” se ha querido colar entre las respuestas siendo un trozo de canción que me canta por las noches al oído con el suave balanceo de un pequeño calambre intermitente entre las manos.

Así que lo pega en un cartón y lo coloca en el pasillo.
Ahora el pasillo es el centro de la tierra.
Así que se va a otro lugar menos exacto.

Caótica indescifrable, es una narración un poco traicionera.
Quería un final bien grande y no lo encuentra.
Así que empieza desde el principio y por descarte
cae en el error de redundancia cíclica.
Le parece lo mejor, caer mil veces en la misma cama
sólo para mirar al techo y jugar a que los pegotes de gotelé son estrellas.

Es una proeza esférica
rodando por mi cabeza,
llenándolo todo de gotas de sorpresas.

Es un deseo demasiado deseado para ser idealizado.
Es el silencio que hay entre el obturador y el gelatinobromuro
de una cámara argéntica.
Es la que hace que un recuerdo se mantenga en estado latente de manera indefinida. 
La foto que hago cuando me gusta pensar que mi cámara es su rotulador Staedtler triplus fineliner y con la que luego gano mi primer concurso de fotografía.

Es la pereza que me entra los domingos por la mañana.
El azul de las siete y media.
El azul del triplus fineliner...

Y aparece, y se deshace, y me derrite, me hace ignorante…sí, es una idea que se me cae porque me quema, al ser una plancha que se desliza suavemente a sus anchas censurando el estrecho miedo que queda entre los sueños… 

Pero no se lo digo nunca.
Y ya no me da igual.
Le dije: “Soy un sol si me miras haciendo el pino”.
Ni se molestó en volver a andar con los pies.

Es demasiado.
Es, simplemente, el sugus de frambuesa.

Constelándonos (de 1º de cuá)

23 diciembre 2006 constelándonos

***Pauline año cero****

Qué mejor manera de acabar el año
que con La Verdad Suprema bajo el brazo,
resbalando hasta nuestras manos.

Volver a nacer sin nombre
y encontrarlo en las luces que se estrellan
es una neurosis múltiple de conexiones y coincidencias
en el interior de los ojos de dentro de los ojos.
Si existe la locura, nosotros la conocimos,
tentamos a la suerte, tomamos con ella una tila,
café con leche a las seis,
algunas cocacolas.
y llueve en el fondo pero no nos importa.

Lo somos. Felices. Nos creímos fuertes.
Y no nos preocupó que nuestra capa de megahéroes,
estuviese apolillada y nos quedase grande.
Hay diecinueve razones para seguir vivos,
veintidós arcanos mayones,
tres tristes tigres
y tú y yo.

acompáñame como yo lo hago contigo.
No me hace falta preguntar a dónde vamos.
Está claro.
Nosotros hemos venido a nacer.
Y nonos vamos hasta que las preguntas
nos tomen el pelo como títeres
de la libertad.

No te diré que no me olvides cuando en un punto de este viaje nos separemos.
No podrás hacerlo.
Y, perennes, estaremos a partir de ahora
el uno frente al otro,
sabiendo que compartimos el secreto más grande que existe
las respuestas,
la fórmula de la felicidad,
la pócima de la eterna juventud.

Guarda unas gotas para que, desde el avión,
llueva esta verdad hasta los peces
sedientos de la luz que desprendimos,
como estrellas,
a mil años de la tierra,
constelándonos.

Estados sentidos y febriles (Desde..1ªdecua)

Estados sentidos (y febriles)
****Titolina al baño maría****



Me levanto temprano. Una brisilla pseudo tropical me despierta, y , esta vez , no es del tropicana. Oigo un chisporroteo y me extraño: está lloviendo, algo exótico aquí. Salgo al balcón, extiendo la mano y observo. Las calles parece que se mueven, al ritmo asincopado de las gotas al caer. I’m siiiiiiiingin´ in the rainnnn, tarareo. Huelo, me encanta el olor que deja la lluvia, el olor a tierra mojada, a ropa tendida.

Mi mano es golpeada suavemente por las gotas, toc toc toc…toc toc. Me encanta, y recuerdo que soy agua, que es mi medio y respiro profundamente para quedarme con todo lo que pueda o lo que su esencia me permita. Cambio de planes, ya no hay gestiones que hacer esta mañana, ahora sólo hay que respirar.

Genial la luz de estas nubes y este sol escondido. Es la luz perfecta. Hago unas fotos, no me resisto. Tengo frío, los pelos de punta y la sensación de que todo se empapa de algo nuevo, que a su vez es algo antiguo, renovado y condensado hace tiempo. Me llueve el agua que previamente ha llovido a otros, en otro lugar, quién sabe cual. Abro la boca, qué fresquita, qué graciosa. Cierro los ojos.

Salgo a la calle, sin paraguas claro, el que los inventó se podía haber estado quieto. Sí, titolino, la gente corre, despavorida en cualquier dirección, pero sólo consiguen que el tiempo se haga más y más lento, y de repente, se pare. Todo pasa muy despacio. Pero no hay tiempo, no para dejar de sonreír. Demasiada tranquilidad, las calles dinámicas y cinéticas se encuentran con las estáticas.

Me cruzo con la selección de Turquía, con la de Holanda, con la de Francia. (no te he dicho que aquí se disputa el mundial sub-no se qué de baloncesto). Van haciendo fotos y mirándolo todo. Caminan lentos, como yo, y sonríen. Quizá agradecen un poco de clima hogareño ante tanto calor. Se maravillan con cosas que los demás no ven, por estar acostumbrados a caminar sin mirar.

Coches y coches, pero no importa. Hay movimiento, gente de todas partes que ha venido para la Feria. (llevo una camiseta de un playmobil folklórico y unos pendientes de caramelitos rojos con lunares para la ocasión) Se les nota a leguas de dónde son exactamente. Es divertido jugar a adivinarlo.

Hoy ha sido un día genial. Ahora tengo fiebre, pero ¿qué importa la fiebre si a cambio has experimentado cosas geniales? Cero.


Hay muchas ciudades dentro de la misma ciudad. A las ciudades se las lleva el viento cuando les decimos adiós, con los sentimientos que hemos depositado en ellas. ¿recuerdas cuando te descubrí a Bertolt? Somos individuos de los callejones, de lo secreto, y leerlo a tu lado en un parque con palomas es lo mejor. Sé que hoy no hay posibilidad de fotosíntesis en nosotros, pero el agua es tan necesaria como el sol.

Quizá soy atípica, pero las Under Under Cats no temen al agua. Y tú, deberías hacer lo mismo, perrito feo, no dejes que nadie te prive de fluir en cada rincón de Gran-hada. No es una ciudad para eso. No es una estación de paso. Es nuestra utopía hecha realidad, la magia… es la ciudad.

Beso desde Linares, de fondo la voz del potenciómetro diciéndome que por qué vengo con la ropa mojada:

-Mamma, está lloviendo.
- Y, ¿para qué están los paraguas?
- Para hacerme la púa y censurar lo que no deben.

Ahora, hay ropa tendida. Y huele de nuevo a ídem.