lunes, 18 de junio de 2007

Explota explótame explo





Hoy no será un buen día para ti…

El miedo que tengo,
el miedo que tengo,
el miedo que tengo,
¿cómo no tenerlo?

Hoy es uno de esos días que estoy hasta el mismísimo de todo. Días en los que me siento idiota, con final establecido, predestinado a tomarme el pelo un rato y dejarme con cara de interrogante incrédulo.

Está claro lo que hay que hacer: paquete de tabaco y a rodar. Retraerse, abstraerse, erse, erse... hasta acabar en la quesera/burbuja/marina d’Or/vertedero de Sao Paulo/matadero clandestino que tengas más a mano.

No existe nada.
No existe nadie.
Tú no existes.

Hoy no es un día para hacer como siempre, para callar con miles de mamonadas lo que pasa por mi cabeza, para no hacerme caso, para no darme importancia. No, hoy no, hoy mi edad mental me coge de una mala hostia y me grita cosas a la cara.

Serás idiota...

Disculpa, no lo he oído...

Dilo ya...
Di lo que estás pensando...
Dilo ya...

Por todo y por nada, por nada y por todo, me retraigo y me voy. Es un cúmulo de pequeñas cosas. No quiero saber del mundo hasta que esté preparada, no quiero más que quesera/burbuja/marina d’Or/vertedero de Sao Paulo/matadero clandestino hasta que mi paciencia vuelva a tener paciencia y todo vaya pseudo en orden.

Explota explótame explo...brumm
explota explota mi corazón.

Resulta que yo también siento/padezco/tengo problemas. De alguien de veinticinco, de alguien de nueve, de alguien de treinta y nueve. Y que ya no los puedo callar más.

Adiós por un tiempo, espero corto.
Sabré arreglarlo.

Silencio o Smells Like Teen Spirit en mi cabeza.

sábado, 16 de junio de 2007

Premios 19 y punto

Ey, pequeños insensatos!!!

Os informo de que quedan convocados los

“PREMIOS 19 Y PUNTO”

de la secta más pop, el 19.

Podéis entrar cuando queráis pinchando ahí para ver cómo van las votaciones, incluso proponer candidatos/as y, tirando la casa por la ventana, hasta nuevas categorías.

Creo que todo el mundo debe comprometerse con este proyecto porque se elegirán a las personas más influyentes y decadentistas que ha parío madre y porque (abrid bien los ojos) SE SORTEARÁ UN SUGUS Y SE HARÁ ENTREGA DE UNA NARANJA GUASINTONA A LOS GANADORES.

Vespa Lifestyle



Nuestro modus vivendi...y que nos quiten lo bailao...

domingo, 10 de junio de 2007

Umm daba daba

Hace una temperatura perfecta para mí, que tiro más hacia el calor con brisilla. Para ti, quizás haga un pelín de frío, miro a ver si tienes los pelos de punta tendiendo a la hipotermia. Parece que sí. Te echo un brazo por encima y no consigo mucho, así que te muevo como una marioneta y te ríes. Nos miramos. Tienes los párpados más largos del mundo, y los labios más grandes que Yola Berrocal. Jugueteo con ellos. Pasas la mano por la hierba y tarareas (mm daba daba, daba daba daba umm daba daba)

Me atrevo a hablar.

- Es como si alguien no pudiese entender las normas. Por más que le explicasen, por más que tuviese en un panel indicativo reflectante las reglas del juego, y lo pudiese ver cada mañana, de camino a la cocina a por una onza de chocolate. Incluso podría estudiarlas, repetirlas de memoria, pero iba a estallar igual, sin entenderlas, sin aplicarlas.

Así pasan los días, y existe una especie de muro indestructible, inexpugnable, alrededor de cada idea, haciéndolas puras, imposibles de fusionar, impolutas...ideas salvajes acerca de cada cosa que envuelve las horas.

No, no puedes estar en el juego si no entiendes las normas, pero tampoco puedes irte del juego, así que ocurre lo que ocurre: no te intentes hacer entender, no podrán contigo, no intentes entenderlos, no podrás con ellos.

Lo mejor es dejarse llevar.
Hasta que...

- ¿hasta qué?

- De repente, haces algo y haces daño, mucho daño. Y, cuando quieres darte cuenta eres casi un acusado esperando en el corredor de la muerte con un mono naranja. Y eres lo peor por algo que ni siquiera entiendes qué ha sido. Eso sí, pagas tu condena elevada a la enésima potencia. Cuando alguien así hace algo, lo paga con creces, mucho más de lo que lo hace cualquier persona, es como si por coger una manzana del Carrefour porque te mueres de hambre te caen cincuenta años.

Es de tontos, simplemente, no has actuado como dicen las reglas, y eso ha pillado por sorpresa a todos, quizá ha habido desmayos colectivos o ataques de ansiedad múltiples.

Te has pasado y no sabes por qué.

Pero, no te creas, lo peor es al revés, viene ahora, cuando ocurre justo lo contrario. Tal vez lo normal sea putear al prójimo, confiar en intereses maleados a lo largo de la experiencia que da la vida, cambiar el chip, moverse...nunca hay que ser auténtico, visceral, salvaje. Es más bien...algo así como ser comedido y atacar en el momento de atacar, como si fuese una partida de ajedrez.

- Peón 5 Reina7

- ¿por qué? Sigo sin entenderlo. Tal vez sólo sea por aburrimiento, por vacío. No lo sé. Me cuesta pensar que sea así en realidad, pero es. Entonces...entonces, si alguien te hace daño, te destroza, y todo porque tú no entiendes las reglas del juego. Entonces desconfías, entonces te ensucias, y, sólo esperas que no sea por mucho tiempo, porque sigues sin entender las reglas... Las normas... Pero es que no te sale, no te sale, y todo es por ti, todo en ti es demasiado...bruto, auténtico, visceral, puro...

Y, así será siempre...es algo raro, es una pena o no, la verdad es que no lo sé. Pero no me gustan las normas, no me gusta mirar a alguien y saber qué hará mañana y en dos años, y en diez. Me gusta notar que estoy viva. Y, que la persona que está a mi lado está viva, aunque esté perdiendo el tiempo, nunca lo está perdiendo, siempre está viva. Pase lo que pase. Sí, eso es lo que me gusta. Y, ¿qué ocurre cuando se encuentran? Pues, puede pasar de todo aunque, generalmente creo que será divertido.

- ¿divertido?

- Sí, no sé, cada día se exprime al máximo. Al máximo siempre, es un ritmo frenético, casi exhausto. Al menos esas dos personas saben que, en su territorio, son ellas las que ponen las normas. Y eso es genial. Porque prefiero estar aquí más que en ningún otro sitio, porque tú y yo somos de ese tipo de personas...

- Y, ¿cuales son nuestras normas?

- ¿ahora mismo? Tirar gusanitos a las palomas.

- (me acaricia lentamente las manos...) ¿te acuerdas cuando nos dio por esto?

- Eres imprevisible, soy imprevisible. Y, aunque a veces es desconcertante, cuando haces o dices algo que no está en el guión, me alegro de estar aquí contigo y no en su guión. La gente ha olvidado todo lo que son al principio...En fin, Esperanza gritaría ahora con el puño al aire soltando alguna pulmonía sobre el sistema...Ella también es genial.

- ¡Claro!

- A ti te puedo contar todas esas historias y que no se te quede cara de perpleja. Y noto que valoras tanto como yo esos detalles, no piensas que son estupideces. Sabes que la vida sería más triste sin unas bragas de la Mocos, y sin un pastel de chocolate que, quizá sepa un poco seco, pero lleva un trozo de alguien que se ha pasado toda la mañana trasteando un horno para pagar sin dinero lo que normalmente se paga con dinero... no sé es un lío, es.. o lo valoras o no, no tiene precio, mientras todo lo demás sí, todo se puede comprar menos esto. A veces, cuando vuelvo al mundo real, o cuando caigo en el sin darme cuenta, me arrepiento de estar ahí y sólo pienso en largarme. Lo que menos me gusta es cuando la gente que acata las normas trata con prepotencia a los que no, hasta el punto en el que no sé quién me da más lástima...porque me doy cuenta de que las cosas siguen funcionando como en el patio del colegio.

- Ya me sale un poco como poner los labios para que suene el arpa de boca.

- ...Pitbull (terrier) ja ja ja!

- Inti be hevec...

- Helue.

- Todas esas cosas absurdas que me regalas, todos esos papelajos idiotas que te escribo... cuando consigues sacarme de quicio, ya me estás diciendo algo que me hace sonreír. Todas esas fotos y esas veces que me llamas para contarme la cosa más absurda que has pensado sin querer... Sí, creo que te echo tanto de menos que, mírame, aquí, tirada en el parque, hablando contigo mientras lanzo gusanitos a las palomas. Aunque tú no estés.

Aunque tú no estés.
Istetilec.

domingo, 3 de junio de 2007

El Calendario


La vida debería ser como un calendario. Cada día se debería poder arrancar una página para iniciar otra en blanco. Pero la vida es como una capa geológica. Todo se acumula, todo influye. Todo contribuye. Y el aguacero de hoy puede suponer el terremoto de mañana.
Lucía Etxebarria


Lo llevo como puedo. No sé, es raro. Te olvidas y vives según te apetece, y viene él y te ataca por ello. Así que vuelves a recordarlo: debo vivir en paz, lenta. Yo, lenta. Pf...

Debo dejar de hacer ciertas cosas. Y lo intento. Y, a veces, lo hago. Pero creo que lo único que consigo es desconcertarme. Para un rato está bien, luego ya cansa. Y se te olvida. Y luego vienen todas esas pastillas y cosas que...en fin, te lo vuelven a recordar.

Es cierto que la vida es como una capa geológica. Es cierto que todo se acumula e influye. Así que cada día que amanece estoy bastante perdida, porque soy más de pensar en lo del calendario. Un mal día: lo arrancas y punto. Pero no, yo puedo querer lo que me dé la gana, que la capa geológica está ahí.

Cierto que algunas páginas no quisiera arrancarlas.
Pero soy consecuente.

Hay muchas historias en mi capa geológica. A veces pienso que demasiadas. Viví un periodo frenético, que ha dado como resultado un periodo lento. Sosegado.

Quiero vomitar.

Hay historias que nunca acaban. Y lo sé, sé que siempre estarán ahí, aunque ninguno de los protagonistas parezca estarlo. Por eso, por las noches, en los silencios, se te queda cara de gilipollas. Tanto y no acaba. Tanto y no acaba.

¿qué hacer?

A mí que me registren.

Otras empiezan, y empezando parece que ya están acabando. Otras-otras son la sorpresa. Nunca sabrás si han empezado o no, ni cuándo, ni siquiera te enterarás de que han acabado. Un día despiertas y te das cuenta: joder, esto acabó hace tiempo. Pero tú no te enteraste.

En fin, mejor así, supongo, para evitar el dramón.
Mejor así.

Estamos unidos a determinadas personas por lazos invisibles. Suena a descubrimiento soez pero se nos olvida por obvio. Órbitas. Conexiones. A veces todo resulta demasiado complicado y te provoca dolor de cabeza. Otras es tan simple que ni te paras a pensarlo. Craso error.

Y, ¿qué hacer?

No sé, lo único que puedo dilucidar es que mejor no pensar y no ser ñoña, que luego te petan el culo. La gente asocia que la gente sensible es débil. Sensible=Débil.
No señores, yo fui sensible y jodidamente fuerte.
Aquí nadie tiene la culpa de que hayan recibido valores un tanto...en fin.
Pero intenten cambiarlos.

Creo que sólo es que siempre hice las cosas de una manera extraña. Como muy ilógica, como muy visceral. Demasiado. A veces creo que es sólo para joder a mi mega-racional cerebro que a veces me hace parecer una cuarentona.

La persona que más ha convivido con esa persona espera verme sentada leyendo el Le Monde Diplomatique, rajando del sistema y pegándole sorbitos a mi té frío con limón en cualquier momento.

¿gastaremos mi juventud?

Soy muchas partes. Y normalmente la gente ve eso: partes. Cada parte aparece con quien tiene que aparecer, hay personas que despiertan a varias partes. Hay partes que ni se molestan en aparecer con determinadas personas. Hay personas que llenan una sola parte, entera. Hay personas que explotan partes.

Hay de todo.

Mi manera extraña de hacer las cosas influye bastante en que primero haga las cosas y luego piense. Eso y mi carácter hedonista, of course. Pero ahora, tengo que pensar por mí y por una especie de ente caprichoso que tengo albergado en mi Gi Tract.

Son cosas que pasan.

Sabía que me iba a pasar.

Algunos más también lo sabían.

Todos lo callamos y confiamos en que, finalmente, no pasase.

Pasó, y, al menos nos quedó la pequeña victoria de saber que teníamos razón.

Sólo analizo todo cuando aparece la cuarentona. Esa lo analiza todo, es una pesada. Aunque a mis otras partes también les gusta analizar, pero por puro divertimento.

Sí, hay de todo.

Y porque hay de todo, nunca he podido hacer algo demasiado tiempo. Vamos, poner de acuerdo en algo a tantas partes es una tarea un poco inútil. Nunca estaré contenta del todo. Habrá una parte que se quejará. Pataleará si le da por ahí. Así que resulta inútil esperar un cambio. Por eso, ya no espero que cambie. Por eso y porque no me gusta esperar, aunque a veces creo que lo hago sin darme cuenta.

Demasiado ocupada con otras cosas como para darme cuenta.
Si haces algo, lo mínimo es darte cuenta.

Y así, pasan los días. Hay veces que una parte de mí echa en falta la presencia de determinadas personas. Lo que me jode es ver como pasa el tiempo y cosas que podría hacer no las hago. Eso me jode enormemente. No hablo de grandes cosas, pero, qué quieres que te diga, hemos perdido tanto el tiempo que hemos sido idiotas. Y a veces tengo ganas de coger todo este tiempo perdido y presentarme delante de tu casa. Y ver si, de alguna manera estúpida, podemos canjearlo por bolas de tiempo ganado en alguna feria. Aunque, lo más seguro, es que acaben dándonos un turrón blando.

Tiempo perdido por tiempo ganado.
Reescribiríamos nuestra historia.
Aunque tal vez igual, por gilipollas.

Antes pensaba que si se me presentase un genio así como quien no quiere la cosa, yo le pediría que me dejase volver a vivir mi vida, o al menos algunas etapas. Sí, ha sido frenética y muy variada, y la(s) persona(s) que hoy soy se ha(n) nutrido de tantas experiencias que creo que he adquirido cierta sabiduría que se condensa en mi cabeza. No es que no siga cometiendo los mismos errores, creo que los seguiré cometiendo hasta que deje de respirar. No es que ahora sea el alma del ágora o de las reuniones sofistas, o represente el colmo del Zoón Politikón. Es otra cosa. Es como algo más...sustancioso. Ciertas cosas me cansan. Otras, las valoro de la manera más hiperestésica que puedo. Son cambios. Grandes cambios a veces, otros pequeños. Como los Arcanos Mayores y Menores de Andrews. Como en mayúscula y minúscula.

A veces algo me dice que tengo que irme.
Si me quedo, acabo pagándolo, pero el precio, en cierto modo masoquista, acaba mereciendo la pena.

Antes pensaba en lo del genio, pero un buen día, dejé de darle importancia. Me gustaba más el plan que tenía de pequeña (siempre me obsesionó lo del genio), lo mejor era pedirle como deseo que siempre pudieses desear lo que se te antoje, y cumplirlo.

Con cuidado claro.
Hay que mimar muy mucho lo que se desea.
Luego se cumple y la has cagado.

Hace tiempo me pasó algo que me cambió completamente. Y nadie pudo percatarse demasiado, sólo lo viví yo.
Porque estaba sola.
Porque no hubo ayuda.
Nadie.
Nada.

Sí, algo cambió para siempre ¿el qué? Creo que de repente dejé de esperar algo de los demás, del futuro, incluso de mí misma. En cierto modo es triste. En otro modo, es práctico.

No esperar.
Por eso, las hojas del calendario. Por eso, las capas geológicas, unas sobre otras, ya no me afectan casi nunca. Sé que no puedo planear nada. Quizá soy más visceral que nunca, y dudo de que las consecuencias sean gratas siempre. Y cuando me sorprendo esperando algo, me pego un zarandeo figurado, y a veces literal.

Me enfado mucho cuando me sorprendo esperando.
Me pongo muy de mala leche.
Pero digo: ¡Bah! ¡Paso! Y se acabó el problema.
No espero que vuelvas.
No espero que cambies.
No espero que esperes.

No espero.
No espero.
No espero.

Las grandes cosas nunca pasan. Y, sí pasan, la mayor parte del tiempo no te enteras o te enteras tarde. Y, aunque puedes cambiar tu destino y tomar las riendas, como ya dije hace poco, a veces no sé si me apetece. Me dejo llevar, pero no como se dejan llevar los cobardes.

De otra manera muy mía.
Como confiando en que la cuarentona lo tenga todo bajo control.
Pero, a veces la cuarentona está leyendo el Le Monde y pasa de mi cara.
Y luego, las consecuencias.

Esperes lo que esperes, nunca sabes como van a salir las cosas.
Debes dejar algo atrás para coger algo mejor.

Bla. Bla. Bla.
Plas, plas plas.
Un gallifante para la poppy-mierda.

Y, ¿quién coño sabe qué es lo mejor?

Más allá de ser feliz, nadie sabe nada.
Por eso, enojo-desconcierto-deseo-intensidad.
Por eso, sentimientos encontrados.
Choques.
Por eso, Crohn.

No sé si por ser visceral tengo Crohn o por tener Crohn soy visceral.
¿qué puede haber más visceral que unas vísceras que no puedes controlar y que actúan con voluntad propia?

Más allá de tu cerebro.
Más allá de tus deseos.
Me allá de lo que ordene la cuarentona.
Más allá de ti.
Más allá de mí.
Más allá de...

“Más allá de ti, estoy yo.
Más allá de yo, estás tú.
Más allá de quién es quién.
Más allá de...
Más allá de...”
Los Solo.

A veces, olvido olvidar que la persona que fui ya no existe.

Recuerdo

Te recuerdo en un manantial de sueños durmiendo con los zapatos puestos, sin atar como hacen algunos dueños, como la mañana al sueño que está porque se quiere quedar.

Te recuerdo consumida...

¿dónde estarás ahora?

¿prefieres hablar o follar?

Cada día te morías imaginando historias.

¿prefieres hablar o follar?

Te recuerdo todavía disparando a todo lo que se movía, y aquel cuento de un encuentro con la policía.

Si tus ojos no cambiaran todas las mañanas sería tu dueño, te trataría como haría la noche con los sueños.

REINICIAR

Mil bolas de luz...
Mil bolas de luz para matar cada ilusión puesta al final. Esta verdad se vuelve mal, claro es el fin: juntos los dos....

¿dónde perdí aquella poción para volar y conseguir no llorar más?

Creo que eras tú que todo empezó. Esta intensidad, este calor.

¿dónde perdí el resplandor y esa razón que se pudrió entre tu voz y la cantidad que aceptas por dar besos de rock de una canción que te escribí cuando soñé...?

Que entre los dos era mejor sentirse mal y te llamé para intentar llegar hasta ti casi sin tocar el suelo y volar para poner los datos a cero y reiniciar....

Reglas del rock


Lo encontré por ahí hace tiempo....
Sublime.
La Milagritos y yo haremos un grupo...
Yeah!!


Reglas del rock (parte 1).
1. El número de integrantes deberá estar forzosamente entre los 3 y 5
miembros... no más, no menos.

2. No usar las palabras: group, band, band project al nombrar la banda.

3. No se podrán usar barbas a menos de que el grupo esté ya en su última
etapa o en su obra conceptual.

4. No se debe cambiar la ortografía de las palabras, a menos que seas Led
Zeppelin ó Def Leppard.

5. La guitarra a la altura de los hombros esta prohibidísma, vean a que
altura la usaba Sid Vicious.

6. Guitarra: 6 cuerdas. Bajo: 4 cuerdas. No más, pueden ser menos.

7. No se aceptan DJ's. Ya, por favor.

8. La plumilla se usa para abajo y solamente para abajo, excepto en el solo.

9. Piernas separadas en el escenario. Siempre.

10. Las novias de los integrantes NO pueden socializar entre ellas.

11. Las novias no existen a más de 100 kms. de distancia de la ciudad en
donde residen.

12. Si suena el teléfono y es Rick Rubin que quiere producir tu disco, no le
digas que no.

13. El músico no sabe nada. No sabe cuándo ni dónde toca. No sabe de vuelos
ni hoteles. Utiliza la frase: "mi músico, mi no saber".

Ocurre

A veces todavía ocurre y cuando oigo un portazo, creo que es él que viene. En fin, cosas que pasan y este no es el dato, aunque siempre fue muy torpe a la hora de cerrar puertas. Lo que pienso es que podemos cambiar el destino. Si él sólo puede cambiarse ¿por qué no vamos a hacerlo nosotros?

Podemos cambiar el destino.

Y no con un conjuro extraño, ni jugando con estrategias prediseñadas de algún libro con complejos histriónicos. Se trata de plantearlo en serio, decirse a sí mismo, voy a cambiar mi destino, concienciarse y hacerlo.

Just do it.

A veces dejamos a nuestro verdadero destino pasar.
Creemos que estamos perdidos, que no sabemos lo que queremos.
Es en esos momentos cuando el género humano se vuelve idiota.
Todos sabemos lo que queremos.
La cosa está en que nos tapamos los ojos para encontrarlo.

Tan simple.
Tan complicado.
Ocurre.