domingo, 3 de junio de 2007

El Calendario


La vida debería ser como un calendario. Cada día se debería poder arrancar una página para iniciar otra en blanco. Pero la vida es como una capa geológica. Todo se acumula, todo influye. Todo contribuye. Y el aguacero de hoy puede suponer el terremoto de mañana.
Lucía Etxebarria


Lo llevo como puedo. No sé, es raro. Te olvidas y vives según te apetece, y viene él y te ataca por ello. Así que vuelves a recordarlo: debo vivir en paz, lenta. Yo, lenta. Pf...

Debo dejar de hacer ciertas cosas. Y lo intento. Y, a veces, lo hago. Pero creo que lo único que consigo es desconcertarme. Para un rato está bien, luego ya cansa. Y se te olvida. Y luego vienen todas esas pastillas y cosas que...en fin, te lo vuelven a recordar.

Es cierto que la vida es como una capa geológica. Es cierto que todo se acumula e influye. Así que cada día que amanece estoy bastante perdida, porque soy más de pensar en lo del calendario. Un mal día: lo arrancas y punto. Pero no, yo puedo querer lo que me dé la gana, que la capa geológica está ahí.

Cierto que algunas páginas no quisiera arrancarlas.
Pero soy consecuente.

Hay muchas historias en mi capa geológica. A veces pienso que demasiadas. Viví un periodo frenético, que ha dado como resultado un periodo lento. Sosegado.

Quiero vomitar.

Hay historias que nunca acaban. Y lo sé, sé que siempre estarán ahí, aunque ninguno de los protagonistas parezca estarlo. Por eso, por las noches, en los silencios, se te queda cara de gilipollas. Tanto y no acaba. Tanto y no acaba.

¿qué hacer?

A mí que me registren.

Otras empiezan, y empezando parece que ya están acabando. Otras-otras son la sorpresa. Nunca sabrás si han empezado o no, ni cuándo, ni siquiera te enterarás de que han acabado. Un día despiertas y te das cuenta: joder, esto acabó hace tiempo. Pero tú no te enteraste.

En fin, mejor así, supongo, para evitar el dramón.
Mejor así.

Estamos unidos a determinadas personas por lazos invisibles. Suena a descubrimiento soez pero se nos olvida por obvio. Órbitas. Conexiones. A veces todo resulta demasiado complicado y te provoca dolor de cabeza. Otras es tan simple que ni te paras a pensarlo. Craso error.

Y, ¿qué hacer?

No sé, lo único que puedo dilucidar es que mejor no pensar y no ser ñoña, que luego te petan el culo. La gente asocia que la gente sensible es débil. Sensible=Débil.
No señores, yo fui sensible y jodidamente fuerte.
Aquí nadie tiene la culpa de que hayan recibido valores un tanto...en fin.
Pero intenten cambiarlos.

Creo que sólo es que siempre hice las cosas de una manera extraña. Como muy ilógica, como muy visceral. Demasiado. A veces creo que es sólo para joder a mi mega-racional cerebro que a veces me hace parecer una cuarentona.

La persona que más ha convivido con esa persona espera verme sentada leyendo el Le Monde Diplomatique, rajando del sistema y pegándole sorbitos a mi té frío con limón en cualquier momento.

¿gastaremos mi juventud?

Soy muchas partes. Y normalmente la gente ve eso: partes. Cada parte aparece con quien tiene que aparecer, hay personas que despiertan a varias partes. Hay partes que ni se molestan en aparecer con determinadas personas. Hay personas que llenan una sola parte, entera. Hay personas que explotan partes.

Hay de todo.

Mi manera extraña de hacer las cosas influye bastante en que primero haga las cosas y luego piense. Eso y mi carácter hedonista, of course. Pero ahora, tengo que pensar por mí y por una especie de ente caprichoso que tengo albergado en mi Gi Tract.

Son cosas que pasan.

Sabía que me iba a pasar.

Algunos más también lo sabían.

Todos lo callamos y confiamos en que, finalmente, no pasase.

Pasó, y, al menos nos quedó la pequeña victoria de saber que teníamos razón.

Sólo analizo todo cuando aparece la cuarentona. Esa lo analiza todo, es una pesada. Aunque a mis otras partes también les gusta analizar, pero por puro divertimento.

Sí, hay de todo.

Y porque hay de todo, nunca he podido hacer algo demasiado tiempo. Vamos, poner de acuerdo en algo a tantas partes es una tarea un poco inútil. Nunca estaré contenta del todo. Habrá una parte que se quejará. Pataleará si le da por ahí. Así que resulta inútil esperar un cambio. Por eso, ya no espero que cambie. Por eso y porque no me gusta esperar, aunque a veces creo que lo hago sin darme cuenta.

Demasiado ocupada con otras cosas como para darme cuenta.
Si haces algo, lo mínimo es darte cuenta.

Y así, pasan los días. Hay veces que una parte de mí echa en falta la presencia de determinadas personas. Lo que me jode es ver como pasa el tiempo y cosas que podría hacer no las hago. Eso me jode enormemente. No hablo de grandes cosas, pero, qué quieres que te diga, hemos perdido tanto el tiempo que hemos sido idiotas. Y a veces tengo ganas de coger todo este tiempo perdido y presentarme delante de tu casa. Y ver si, de alguna manera estúpida, podemos canjearlo por bolas de tiempo ganado en alguna feria. Aunque, lo más seguro, es que acaben dándonos un turrón blando.

Tiempo perdido por tiempo ganado.
Reescribiríamos nuestra historia.
Aunque tal vez igual, por gilipollas.

Antes pensaba que si se me presentase un genio así como quien no quiere la cosa, yo le pediría que me dejase volver a vivir mi vida, o al menos algunas etapas. Sí, ha sido frenética y muy variada, y la(s) persona(s) que hoy soy se ha(n) nutrido de tantas experiencias que creo que he adquirido cierta sabiduría que se condensa en mi cabeza. No es que no siga cometiendo los mismos errores, creo que los seguiré cometiendo hasta que deje de respirar. No es que ahora sea el alma del ágora o de las reuniones sofistas, o represente el colmo del Zoón Politikón. Es otra cosa. Es como algo más...sustancioso. Ciertas cosas me cansan. Otras, las valoro de la manera más hiperestésica que puedo. Son cambios. Grandes cambios a veces, otros pequeños. Como los Arcanos Mayores y Menores de Andrews. Como en mayúscula y minúscula.

A veces algo me dice que tengo que irme.
Si me quedo, acabo pagándolo, pero el precio, en cierto modo masoquista, acaba mereciendo la pena.

Antes pensaba en lo del genio, pero un buen día, dejé de darle importancia. Me gustaba más el plan que tenía de pequeña (siempre me obsesionó lo del genio), lo mejor era pedirle como deseo que siempre pudieses desear lo que se te antoje, y cumplirlo.

Con cuidado claro.
Hay que mimar muy mucho lo que se desea.
Luego se cumple y la has cagado.

Hace tiempo me pasó algo que me cambió completamente. Y nadie pudo percatarse demasiado, sólo lo viví yo.
Porque estaba sola.
Porque no hubo ayuda.
Nadie.
Nada.

Sí, algo cambió para siempre ¿el qué? Creo que de repente dejé de esperar algo de los demás, del futuro, incluso de mí misma. En cierto modo es triste. En otro modo, es práctico.

No esperar.
Por eso, las hojas del calendario. Por eso, las capas geológicas, unas sobre otras, ya no me afectan casi nunca. Sé que no puedo planear nada. Quizá soy más visceral que nunca, y dudo de que las consecuencias sean gratas siempre. Y cuando me sorprendo esperando algo, me pego un zarandeo figurado, y a veces literal.

Me enfado mucho cuando me sorprendo esperando.
Me pongo muy de mala leche.
Pero digo: ¡Bah! ¡Paso! Y se acabó el problema.
No espero que vuelvas.
No espero que cambies.
No espero que esperes.

No espero.
No espero.
No espero.

Las grandes cosas nunca pasan. Y, sí pasan, la mayor parte del tiempo no te enteras o te enteras tarde. Y, aunque puedes cambiar tu destino y tomar las riendas, como ya dije hace poco, a veces no sé si me apetece. Me dejo llevar, pero no como se dejan llevar los cobardes.

De otra manera muy mía.
Como confiando en que la cuarentona lo tenga todo bajo control.
Pero, a veces la cuarentona está leyendo el Le Monde y pasa de mi cara.
Y luego, las consecuencias.

Esperes lo que esperes, nunca sabes como van a salir las cosas.
Debes dejar algo atrás para coger algo mejor.

Bla. Bla. Bla.
Plas, plas plas.
Un gallifante para la poppy-mierda.

Y, ¿quién coño sabe qué es lo mejor?

Más allá de ser feliz, nadie sabe nada.
Por eso, enojo-desconcierto-deseo-intensidad.
Por eso, sentimientos encontrados.
Choques.
Por eso, Crohn.

No sé si por ser visceral tengo Crohn o por tener Crohn soy visceral.
¿qué puede haber más visceral que unas vísceras que no puedes controlar y que actúan con voluntad propia?

Más allá de tu cerebro.
Más allá de tus deseos.
Me allá de lo que ordene la cuarentona.
Más allá de ti.
Más allá de mí.
Más allá de...

“Más allá de ti, estoy yo.
Más allá de yo, estás tú.
Más allá de quién es quién.
Más allá de...
Más allá de...”
Los Solo.

A veces, olvido olvidar que la persona que fui ya no existe.

2 comentarios:

yosoyjoss dijo...

El vacío espiritual proviene del hecho de no admitir que no somos. La realizacion no consiste en llegar a ser, si no a comprender nuestro No-ser. se que suenan a palabras del Amo del Calabozo, pero Cha, tu lo vas a comprender.

Por cierto, lo del genio, precisamente (de nuevo nuestra conexion tan brutal) era algo que me rondaba en la cabeza. De pequeño cuando me preguntaban que quería seer de mayor, yo les decia que queria ser "el genio de la lampara", no se bien por qué. Será por ese loft tan cuco en el ue vivia dentro de la lampara, o porque era omnipotente. Pero el caso es que un genio no puede gozar de su libertad, sino que se dedica a cumplir los sueños de los demas, y yo eso lo entendía de pequeño. Siempre me he interesado en tratar de hacer feliz a los demás, por eso Psicología, por eso tengo sueños en los que salvo el mundo, o ayudo a los demas con mis superpoderes... si, una vez soñe que podia meterme en los useños de los demas para poder hacerlos maravillosos y hacerlos mas felices... En fin, no se porque te cuento esto, solo se que en realidad no soy mas que un tipo que va a su bola como el resto de los ciudadanos, porque no soy omnipotente, de hecho soy mas bien impotente, y si yo pudiera ayudarte, si pudiera darte un nombre nuevo y salvarte, ya sabes que lo haria, aun a costa de mi cordura.

chá dijo...

hola degenerao:

Sabes que no tengo mucho tiempo para contestar en el puto Di Capriccio, que va fatal, así que todo lo que te tengo que decir te lo digo a la cara, en el De Postres, si nos fían.

Gracias por todo, te quiero yeah!!

(sí, pero yo soy Joss)